miércoles, 20 de junio de 2007

EL HUESO DE LA CEREZA Y LA GARGANTA

Dime hasta cuando
puedo andar sin huellas
sin gestos
en la cara
sin colgar la sonrrisa
sin caerme de la mirada
a golpes de corazón
y de corn flakes
tambaleando mi suerte
perdiendo dividendos
en una apuesta moral
Disimula
ahorra veinte horas
a un mal día
no busques ofertas
cuando se trate
de platos rotos
Déjame
hincar las rodillas
a conciencia
hacer aguas
morir con boca de pez
No pido mucho
dejar de ser un complemento
circunstancial
ser objecto directo
estar sujeto
y
predicado

2 comentarios:

Alejandra Dening dijo...

Yo no sé hasta cuando, pero sé que sabes lo que quieres.

Muy buen poema, es de los que me gustan!

Miguel Rodríguez dijo...

NO DESJES A ESCAPAR A ESA MUSA AUNQUE TE DUELA!!!...
TE INSPIRA AMIGO, TE INSPIRA!!

vivan las musas, aunque mal nos paguen! (A VECES)